La artista plástica argentina dialogó en Axioma Play sobre su experiencia como copista oficial del Museo del Prado, el valor del arte y el aprendizaje a través de la imitación de los grandes maestros.
En una nueva emisión de Más que Palabras, el ciclo periodístico de Axioma Play, Néstor Castillo y su equipo entrevistaron a Marcela Cifré, artista plástica y copista oficial del Museo del Prado en Madrid, quien compartió su historia, su método de trabajo y su pasión por el arte como forma de vida y aprendizaje.

Marcela Cifré en Axioma Play: La copista argentina habló sobre su trabajo en el Museo del Prado y su amor por el arte clásico.
Durante la charla, Cifré explicó en qué consiste ser copista de museo, una figura muchas veces desconocida por el gran público. “Un copista se ubica al lado del original, y con estudio previo y mucha práctica, reproduce la obra de un gran maestro”, resumió. Su trabajo no es simplemente una réplica técnica: es una inmersión profunda en el alma de la obra y su autor. “Una copia hecha en sala queda registrada en un libro del museo, lo que le otorga un valor agregado”, detalló.
La artista, nacida en Temperley y ex docente, relató cómo su vida tomó un giro cuando sus hijos se mudaron a España. Esa etapa la impulsó a reinventarse, dejando atrás la enseñanza para enfocarse en su vocación de toda la vida: la pintura. Su deseo de acercarse a sus hijos coincidió con el desafío de lograr el permiso como copista en el prestigioso Museo del Prado, una tarea que exige preparación técnica, antecedentes artísticos y una rigurosa evaluación. “El proceso puede llevar semanas, y solo cinco museos en el mundo permiten pintar en sala”, reveló.
Cifré ha trabajado copiando obras del Renacimiento, el Barroco y el arte medieval, con especial admiración por artistas como Velázquez y Paolo de San Leocadio. En la entrevista, resaltó la importancia del dibujo y el color como base del conocimiento técnico: “Llevo mis propias muestras de color al museo para afinar la paleta junto al original”.
También hizo hincapié en el valor pedagógico de copiar obras de arte para los estudiantes de bellas artes. “Los grandes maestros también fueron copistas. Velázquez viajaba para estudiar a otros artistas. Hoy es clave que los estudiantes vayan a los museos, observen, comparen, y aprendan desde la práctica”, alentó.

En acción: La artista argentina trabaja sobre su caballete frente a una obra original Además, la artista anunció una nueva exposición de sus obras en Casa Borges, en Adrogué, prevista para julio de este año, donde invitará al público a participar y conocer de cerca su universo artístico.
En un mundo saturado de inmediatez y copias digitales, el trabajo de Marcela Cifré nos recuerda que copiar también puede ser una forma de crear, y que mirar con otros ojos las obras del pasado nos permite entender mejor el arte, la historia y hasta nuestra propia identidad.
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